The best quality at the best price Muchas veces, quedamos tan hipnotizados con el hermoso brillo de los diamantes, que nos es imposible prestarle atención a cualquier otra cosa. Sin embargo, una vez que nos detenemos a ver más allá de su reflejo, podemos observar que estos brillantes no son tan perfectos como parecen. Cada diamante tiene sus imperfecciones, a menos de que sea completamente puro. Para definir eso, tendremos que enfocarnos en su claridad. 
Ya sea bajo un lente de aumento o incluso a simple vista, es normal detectar imperfecciones en los diamantes. Estas imperfecciones son bien conocidas como "inclusiones" que pueden ser internas cuando se encuentran dentro de la piedra; o externas cuando están en la superficie. Ambas se forman durante el proceso natural que siguen los diamantes y pueden presentarse como: pequeños cristales, nubes, plumas, carbones; por mencionar algunos. Cuando hablamos de la presencia o ausencia de estos defectos es cuando nos referimos a la claridad del diamante; una característica muy importante que puede influir en la calidad del brillante, sobre todo si las imperfecciones son fáciles de detectar.
Los diamantes más puros, o bien, que no tienen ni una sola inclusión, son muy raros y difíciles de encontrar. Por esa razón su precio es muy elevado. Al mismo tiempo hay muchos diamantes con inclusiones muy pequeñas que nisiquiera afectan su brillo y son imposibles de identificar si no se usa una lupa. Lo ideal es que las imperfecciones no sean muy visibles y no obstruyan el paso de la luz.
Para evaluar la claridad de los diamantes, el total de inclusiones que tienen, el tamaño de cada una, su color, etc., los gemólogos los clasifican dentro de las siguientes categorías:
| Clasificación | Significado (Al verlo con lente de aumento 10x) |
| FL - Flawless (Sin Inclusiones) | El diamante no tiene ninguna inclusión, es completamente puro y no se percibe nada ni a simple vista ni bajo una lupa de 10x. |
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IF - Internally Flawless (Internamente sin Inclusiones) |
El diamante no tiene inclusiones internas, pero si tiene pequeños defectos en el exterior. Sus imperfecciones son muy difíciles de detectar bajo una lupa de 10x. |
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VVS1, VVS2 - Very, Very Slightly Included (Inclusiones muy difíciles de detectar) |
El diamante tiene inclusiones internas y externas que sólo se pueden percibir bajo un lente de 10x, son difíciles de detectar pero a simple vista el diamante se percibe como puro. |
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VS1, VS2 - Very Slightly Included (Inclusiones dificiles de localizar) |
El diamante tiene inclusiones que se pueden detectar fácilmente bajo un lente de 10x. Es muy difícil identificarlas a simple vista. |
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SI1, SI2 - Slightly Included (Inclusiones que se pueden localizar) |
El diamante tiene inclusiones que se pueden identificar sin la necesidad de un lente de aumento, sobre todo cuando se trata de un SI2 y SI3. Un buen SI1 todavía puede tener inclusiones que no se ven tan fácilmente. |
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I1, I2, I3 - Included (Inclusiones que se localizan a simple vista) |
Las inclusiones se pueden detectar a simple vista muy fácilmente, no es necesario un lente de aumento para distinguirlas. Se pueden identificar más rápido en un I2 o un I3. |
Para poder clasificar la claridad, algunos laboratorios que certifican diamantes utilizan un diagrama en el que ubican y marcan el tipo de inclusiones que tiene la piedra de manera detallada.
Es muy importante cuidar la claridad ya que esta puede afectar la intensidad del brillo. Los diamantes con claridad VS1 y VS2 son los que comunmente podemos encontrar en las joyerías a buen precio, no tienen inclusiones a simple vista y su brillo no se ve afectado por las imperfecciones.
Cuando lo que se busca es un diamante más grande, con mejor color, o con corte excelente; se puede sacrificar un poco la claridad para balancear el precio. Incluso un SI1 o un SI2 pueden ser muy buenas opciones si se saben elegir, pero hay que tomar en cuenta que entre más grande el diamante, más fácil se pueden detectar las imperfecciones.
En Dídiamant recomendamos un rango de claridad desde un VVS1 hasta máximo un SI2, siempre y cuando se vean limpios a simple vista y agraden a los ojos de quien lo ve.
Al comprar un diamante hay que tomar decisiones constantemente para definir nuestro brillante ideal. Al mismo tiempo debemos priorizar las 4 Cs de manera inteligente para seleccionar nuestra mejor opción. Si buscas asesoría o más información sobre la claridad, nuestros expertos te pueden ayudar. Si quieres aprender más sobre los diamantes haz clic aquí.
