Las piedras preciosas y semipreciosas destellan de luz y color.
Al proceder de la tierra, están vinculadas con la energía divina como símbolos de poder espiritual y pureza; a algunas se les atribuyen poderes curativos y protectores. Han sido utilizadas durante siglos como señal de estatus. Las transparentes están ligadas a adivinación; las rojas indican ardor y vitalidad. Algunas se vinculan a los distintos meses del año. En definitiva; sus asociaciones son muy diversas.
A continuación las piedras preciosas más comunes y su significado.
DIAMANTE- Símbolo de pureza, verdad y fidelidad, es muy popular en los anillos de compromiso. Su resplandor lo vincula con el sol. También se creía que absorbía las emociones de su portador y limpiaba su alma.
ESMERALDA- Su color la asocia con fertilidad, inmortalidad, primavera y juventud. Los egipcios la enterraban con sus muertos como símbolo de la juventud eterna. Símbolo de fe en el cristianismo, también aparece en la tradición como piedra sanadora.
RUBÍ- Es símbolo de amor, valor y vitalidad. Se ha vinculado con Saturno y con Marte, el planeta ligado a las pasiones. La realeza los usaba como una medida de prudencia, pues se creía que se oscurecían ante los peligros.
ZAFIRO- Es símbolo de armonía celestial, paz y verdad. En la tradición hindú está asociado con Saturno y el autocontrol. El algunos culturas se creía que alejaba el mal.
PERIDOTO- Emblema de fama, fuerza y energía, es la piedra natalicia de los nacidos en Agosto. En la mitología hawaiana representa las lágrimas de Pele, diosa de los volcanes.
TOPACIO- Famosa como piedra empática, simboliza fidelidad, bondad, divina, amistad, perdón y amor. La medicina tradicional creía que hacía desaparecer la neurastenia (postración nerviosa) y estimulaba el apetito.
JADE- En china es la Piedra del Cielo y representa la pureza. Emblema del Sol y del Yang, también simboliza justicia, valor, armonia y pureza moral. Considerado de buen agüero, el jade pulido tiene también connotaciones sexuales.